Una nueva investigación fascinante descubrió que algunos peces tropicales como los cíclidos no necesitan luchar con cada peces para determinar su posición social. Pueden inferir jerarquía simplemente observando la interacción de sus congéneres para entonces deducir su posición en la comunidad.
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Transcriptus Julidochromis (Foto: Przemysław Malkowski)
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En un experimento, los investigadores dejaron dos machos Masked Julies (Julidochromis transcriptus, del Lago Tanganyika, África) de tamaño similar en acuarios de vidrio de tres galones durante 30 minutos a competir. El ganador fue emparejado con otro macho mientras que el perdedor fue colocado en una pecera adyacente a ver la nueva batalla.
Si el macho recién introducido ganó la pelea, el perdedor de la pelea inicial (espectador desde pecera adyacente) evitaba la lucha contra el nuevo rey de la colina una vez que se los juntaba. Simplemente viendo a un pez vencer al otro pez que ya lo había vencido a él mismo, el pescado sabía perder y que él no tenía ninguna posibilidad contra el nuevo macho a pesar de que en realidad nunca luchó con él. Esta capacidad de deducir su jerarquía social simplemente observando las interacciones sociales de los demás en el grupo se llama inferencia transitiva, una capacidad cognitiva que la que pocos peces no eran capaces hasta hace poco.
En otro par de experimentos, los investigadores encontraron que si dos peces lucharon físicamente y luego se separaron en dos tanques de vidrio adyacentes, el ganador actuaba de forma agresiva (atacando constantemente el vidrio), mientras que el perdedor nadaba hasta la parte más distante de su acuario, permaneciendo lo más lejos posible. Sin embargo, si dos machos nunca lucharon físicamente y simplemente se colocan uno al lado del otro en tanques adyacentes, ambos muestran números casi idénticos de acciones agresivas hacia el otro, porque ninguno de los dos peces era capaz de predecir el resultado de la posible batalla sin haber tenido experiencias previas entre ellos, ya sea directa u observado confrontaciones.
Las investigaciones demuestran continuamente que los peces son mucho más inteligentes que la gente.
Traducción: Lucía Carbajal